Estados Unidos: Trump logra imponer el 5% del PIB en gasto militar para la OTAN y amenaza con represalias comerciales contra España por su resistencia al nuevo objetivo.
La cumbre de la OTAN en La Haya concluyó con un acuerdo histórico que marca un antes y un después en la defensa colectiva de la alianza militar. Los 32 países miembros suscribieron finalmente un compromiso para elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB para 2035, duplicando con creces el objetivo actual del 2% establecido en 2014.
El presidente estadounidense Donald Trump celebró lo que consideró una "victoria monumental" para su país, argumentando que Estados Unidos había estado cargando con una parte desproporcionada del gasto militar de la alianza. Durante la cumbre, el mandatario recibió el respaldo explícito del nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien lo llamó afectuosamente "papito" en una muestra de apoyo que facilitó las negociaciones.
España se convirtió en el foco de las críticas tras la negativa del gobierno de Pedro Sánchez a comprometerse con el nuevo objetivo. El presidente español confirmó que su país mantendrá el gasto militar en el 2,1% del PIB, argumentando que esta cifra será suficiente para cumplir con las capacidades requeridas por la alianza.
La posición española generó una reacción inmediata de Trump, quien no dudó en señalar directamente al gobierno de Madrid. "Voy a negociar directamente con España. Lo haré yo mismo. Van a pagar. Así pagarán más. Vamos a lograrlo. Les vamos a hacer pagar el doble", advirtió el mandatario estadounidense durante una rueda de prensa posterior al acuerdo.
Las amenazas del presidente norteamericano incluyen posibles represalias comerciales, pese a que Madrid negocia sus acuerdos comerciales como parte de la Unión Europea. Trump deslizó que buscará presionar directamente a través de acuerdos bilaterales o restricciones económicas específicas contra el país ibérico.
El acuerdo se produce en un momento de particular tensión internacional, envalentonado Trump por el reciente cese del fuego entre Israel e Irán. La declaración final establece que los países deberán multiplicar sus capacidades defensivas, acelerar la producción de armamento y aumentar las compras militares, respondiendo al nuevo contexto geopolítico global tras los recientes conflictos en Medio Oriente.
La medida representa un giro radical en la política de defensa occidental, estableciendo un precedente que podría redefinir las relaciones transatlánticas en los próximos años. Los países miembros tendrán hasta 2035 para alcanzar el objetivo del 5%, lo que implicará una reestructuración masiva de sus presupuestos nacionales.
El acuerdo también contempla mecanismos de seguimiento y evaluación para garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos, con revisiones anuales que permitirán identificar a los países que no alcancen las metas establecidas.
La cumbre de La Haya marca así un punto de inflexión en la historia de la alianza atlántica, estableciendo nuevos parámetros de gasto militar que reflejan las crecientes tensiones geopolíticas globales y la presión estadounidense por una mayor distribución de la carga defensiva entre los países miembros.