El mercado global del gas natural licuado (GNL) atraviesa una etapa de fuerte competencia y transformación, con implicancias directas para Vaca Muerta. Un informe reciente de la consultora Paspartú, dirigida por Juan José Carbajales, advierte sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el shale argentino en un contexto donde los precios podrían reducirse debido a la creciente oferta y la transición energética global.
Según el informe, el sector del GNL se encuentra en una fase de expansión con múltiples proyectos en desarrollo y una madurez creciente en términos de infraestructura y financiamiento. Sin embargo, la sobreoferta global podría derivar en una caída en los precios, justo en el momento en que Argentina comienza a posicionarse en el mercado exportador con el gas de Vaca Muerta.
Además, la tendencia hacia energías de bajas emisiones viene ganando terreno, lo que podría limitar la demanda futura de gas natural. Si bien la adopción fuera del sector transporte ha sido moderada en términos de volumen, el apoyo de políticas públicas y compromisos de descarbonización está acelerando el proceso.
Otro punto clave señalado en el informe es la reducción significativa de los costos tecnológicos en los últimos años. Este factor, combinado con políticas gubernamentales favorables a las energías renovables, está restringiendo el crecimiento de la demanda de gas natural a nivel global.
“Se espera que esta tendencia limite el horizonte de inserción de los proyectos argentinos. Sin embargo, la mayor oferta de GNL y la baja en los precios suponen un desafío para la competitividad de estas tecnologías”, destaca el informe de Paspartú.
Por otro lado, la logística y los costos de transporte se presentan como una de las principales barreras para la competitividad de Vaca Muerta. Argentina se encuentra lejos de los grandes centros de consumo de GNL, lo que incrementa los costos de exportación. En este sentido, la modernización y ampliación de la flota de buques metaneros podrían mejorar la eficiencia y reducir los costos operativos, favoreciendo la inserción del país en el mercado global.
A pesar de los desafíos que implica un posible descenso en los precios, el informe destaca que el crecimiento sostenido de la demanda en Asia representa una oportunidad estratégica para Argentina. Países de la región buscan contratos a largo plazo para garantizar el suministro de energía y reducir la exposición a la volatilidad del mercado.
“Los contratos de largo plazo pueden ser clave para garantizar la demanda de los proyectos en desarrollo. Además, el reemplazo del petróleo en diversos sectores sigue impulsando el consumo de gas”, señala el informe.
Las tensiones geopolíticas y los fenómenos climáticos extremos han empujado los precios del gas al alza en ciertas ocasiones, lo que podría jugar a favor de la rentabilidad de los proyectos argentinos. No obstante, la nueva administración estadounidense impulsa con fuerza la producción de shale gas, lo que, sumado a los proyectos ya en marcha, podría generar una presión a la baja en los precios del GNL.
Uno de los factores que podría favorecer a Argentina es la restricción del intercambio comercial entre China y Estados Unidos. Dado el contexto de tensiones entre ambas potencias, las empresas asiáticas podrían inclinarse hacia mercados alternativos para diversificar sus fuentes de suministro y reducir su exposición a riesgos geopolíticos.
Este escenario podría posicionar a Vaca Muerta como una alternativa confiable para abastecer a Asia en el largo plazo. La clave estará en asegurar acuerdos comerciales sólidos, optimizar los costos logísticos y avanzar en la construcción de infraestructura para la licuefacción de gas, lo que permitiría consolidar a Argentina como un proveedor competitivo en el mercado global.