Tras superar el impacto de la pandemia, el turismo global ha retomado su auge, con cifras que evidencian la recuperación y el crecimiento en numerosos destinos. Según el informe de Economy Middle East, Francia se posiciona como el país más visitado del mundo en 2024, seguido de cerca por España, consolidando al sur de Europa como una de las regiones más atractivas para los viajeros.
Francia ocupa el primer lugar con un récord de visitantes que destaca su atractivo universal. El país cuenta con 45 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, una combinación de historia, arte y naturaleza que fascina a millones. Su capital, París, se alza como epicentro cultural con íconos como la Torre Eiffel, el Louvre y Notre Dame, mientras que regiones como el Valle del Loira, Toulouse y Burdeos destacan por su riqueza artística y paisajes únicos.
El turismo en Francia no se limita a las grandes ciudades. Sus encantadores pueblos, viñedos de renombre y costas envidiables complementan una oferta que no deja de sumar admiradores año tras año. Este abanico de opciones explica por qué sigue siendo la primera elección de los viajeros internacionales.
España, con más de 83 millones de turistas en 2024, se posiciona como el segundo país más visitado del mundo. La diversidad de su oferta turística es una de las principales razones de su éxito: desde sus playas soleadas en la Costa del Sol y Baleares hasta las históricas calles de ciudades como Sevilla, Barcelona y Madrid.
El renacimiento del turismo español tras la pandemia es notable. En 2020, las cifras cayeron drásticamente a solo 19 millones de visitantes, pero el país logró recuperar terreno rápidamente. A esto se suman su gastronomía única, rica cultura y variedad de lenguas que atraen a turistas de todos los rincones del mundo.
Aunque son consideradas superpotencias globales, ni Estados Unidos ni China logran liderar esta clasificación. Estados Unidos ocupa el tercer lugar con más de 79 millones de visitantes, atraídos por destinos icónicos como Nueva York, Los Ángeles y el Gran Cañón. Por su parte, China, con su vasto patrimonio cultural y maravillas como la Gran Muralla, se sitúa en la cuarta posición, alcanzando 65 millones de turistas.
Estar en la cima de los países más visitados no solo refleja la belleza y riqueza cultural de un destino. Elementos como la calidad de las infraestructuras, la seguridad y la hospitalidad también juegan un papel fundamental. Francia y España, además de contar con paisajes y patrimonios inigualables, destacan por ofrecer experiencias cómodas y seguras, características esenciales para los viajeros modernos.
El informe deja claro que Europa domina el turismo global, con Francia y España liderando como los destinos favoritos. Este liderazgo subraya la importancia de la región como epicentro cultural, gastronómico y paisajístico.
Mientras tanto, la recuperación y expansión del turismo continúan siendo pilares económicos esenciales para estos países, impulsando tanto su reputación internacional como el bienestar de sus economías locales. El turismo, una vez más, se posiciona como un puente que conecta culturas y celebra la diversidad global.