BRASILIA: Tensión comercial y política – Lula defendió la soberanía brasileña frente a las amenazas arancelarias de Trump y rechazó toda injerencia extranjera.
En una cadena nacional emitida este jueves, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva respondió con determinación a la amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 50% a los productos brasileños, calificando la presión como un “chantaje inaceptable” y dejando claro que Brasil no aceptará ser condicionado ni en materia comercial ni judicial. “No será un gringo el que le dé órdenes a Brasil”, remarcó, al tiempo que subrayó: “Trump fue elegido presidente, no emperador del mundo”.
Lula afirmó que el país está dispuesto a utilizar todos los mecanismos legales y multilaterales para defender su economía, incluyendo recursos ante la OMC y la llamada Ley de Reciprocidad aprobada por el Congreso Nacional. Remarcó, además, la importancia de evitar una guerra comercial que perjudique a ambas economías y defendió el multilateralismo y la cooperación como vías para afrontar las disparidades globales.
La amenaza estadounidense fue respondida inicialmente por el gobierno brasileño enviando una propuesta formal de negociación el pasado 16 de mayo. Lula lamentó que esta iniciativa fuera ignorada y que la respuesta de Trump se limitara a publicaciones en redes sociales en tono de imposición. “No era una carta diplomática, sino un mensaje en su WhatsApp y en Truth Social”, ironizó el mandatario.
El presidente de Brasil desestimó las acusaciones de “prácticas comerciales desleales” y explicó que, en los últimos 15 años, Estados Unidos acumula un superávit comercial de 410 mil millones de dólares sobre Brasil, contradiciendo el argumento esgrimido por el gobierno de Trump para avanzar con la sanción arancelaria.
Lula resaltó la importancia de la negociación mutua y criticó el uso político de los aranceles. Señaló que espera que el presidente estadounidense entienda que “cada una de las partes debe ceder” y reiteró su confianza en la vía diplomática, aunque Brasil prepara posibles contramedidas si la crisis escala.
La reacción de Lula incluyó duras palabras contra los sectores de la oposición local aliados al bolsonarismo. Calificó de “traidores a la patria” a quienes celebran la movida estadounidense o colaboran con sus presiones externas. “Apuestan a cuanto peor, mejor. No les importa la economía ni el daño social”, declaró Lula, en una clara referencia a la conexión entre la escalada comercial y la situación judicial de Jair Bolsonaro, amigo personal de Trump y actualmente procesado por delitos contra el Estado democrático.
Lula también dejó en claro que la Justicia brasileña actúa de forma independiente y que el proceso a Bolsonaro no responde a una agenda política sino a las pruebas reunidas por la Corte Suprema. “Están siendo juzgados porque ellos mismos se delataron”, sostuvo el presidente.
Ante la inclusión de las grandes plataformas digitales estadounidenses en la disputa comercial, Lula fue categórico: “Estas empresas deberán cumplir las leyes fiscales y regulatorias de Brasil. No toleraremos que fomenten odio, violencia o desinformación en nombre de la libre expresión”. Reiteró que “nadie está por encima de la ley” y que “Brasil tiene un único dueño: el pueblo brasileño”.
El Gobierno, en sintonía, envió una carta oficial a Washington reiterando su intención de abrir un espacio de diálogo y convocando a negociar una “solución mutuamente aceptable”. Aun así, avisó que el país está listo para tomar represalias si se avanza con los aranceles y los ataques a la institucionalidad.
Fuentes: F: gs (afp, efe, ap)