Ya pasaron más de 100 días desde que comenzó el conflicto entre los marineros de Chubut y las empresas pesqueras por la rebaja salarial del 22%.
El conflicto salarial en el sector pesquero de Chubut atraviesa un momento crítico. Con más de 100 días cumplidos de protesta y reclamos constantes, los marineros mantienen firme su negativa frente a un acuerdo laboral que consideran perjudicial.
Este último capítulo se agravó cuando según varios trabajadores, ayer, agotados por el extenso período sin ingresos, acudieron a subir a las embarcaciones tangoneras, pero se encontraron con la presencia de una escribana pública que los instó a firmar un convenio modificado con una rebaja salarial del 22%, sin plazos definidos y un supuesto "nuevo convenio". Ante esta situación, los trabajadores optaron por rechazar la propuesta y negarse nuevamente a embarcarse.
¿En qué consiste la rebaja del 22%?
La reducción salarial en cuestión implica un recorte directo del 22% sobre el ítem producción. El nuevo convenio presentado establece una modalidad que divide la estructura salarial en dos partes claramente diferenciadas: un 70% no remunerativo y un 30% remunerativo.
Esta división impacta severamente sobre el salario real del marinero, dado que la porción no remunerativa deja de ser considerada para el cálculo de aguinaldos, vacaciones, jubilaciones y cobertura de obra social. En términos prácticos, esto reduce los ingresos mensuales y genera un perjuicio económico que se extendería por tiempo indeterminado.
El origen del conflicto: una historia que se repite
Esta problemática salarial tiene antecedentes claros en la provincia. En el año 2002, en plena crisis económica nacional, los trabajadores pesqueros aceptaron una rebaja salarial del 22% inicialmente establecida por seis meses. Sin embargo, esa reducción nunca fue completamente revertida, quedando instalada como un antecedente negativo.
Diez años después, en 2012, los trabajadores del sector pesquero enfrentaron otra crisis similar, cuando se les descontó el 50% del aguinaldo. Esa pérdida tampoco fue recuperada por los trabajadores hasta el día de hoy.
La desconfianza actual se alimenta justamente de estas experiencias anteriores. Los marineros consideran que aceptar nuevamente una rebaja de estas características implicaría consolidar definitivamente un esquema salarial negativo y permanente.
Presión impositiva y argumento empresarial
Desde el lado empresarial, las cámaras pesqueras argumentan que la actual rebaja salarial responde a la presión fiscal que sufren por parte del Estado nacional. De acuerdo con representantes del sector, los impuestos nacionales, como Ganancias, IVA, Ingresos Brutos provinciales y retenciones a las exportaciones, están generando una situación económica adversa que obliga a las empresas a realizar ajustes.
Sin embargo, desde el movimiento de trabajadores y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), se señala que este argumento es insuficiente, ya que las empresas mantienen niveles altos de ganancias durante años, incluso en contextos adversos.
Tres meses de conflicto sin solución a la vista
La protesta comenzó hace más de tres meses con manifestaciones constantes, movilizaciones en Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia, bloqueos en los puertos e incluso intervenciones directas del SOMU, que declaró medidas de fuerza por tiempo indeterminado.
La prolongación del conflicto afecta no solo a los trabajadores sino también a toda la actividad económica vinculada con el sector pesquero, como logística, transporte y comercio local, generando una presión adicional sobre las autoridades provinciales, que hasta el momento no han podido destrabar la situación.
Pese a las reiteradas reuniones entre cámaras empresariales, representantes sindicales y funcionarios del gobierno provincial, no se vislumbra una salida inmediata pero tampoco se persigue una respuesta. Las posiciones están claramente enfrentadas: los trabajadores se niegan a aceptar una reducción salarial permanente, mientras las empresas sostienen que no pueden mantener los niveles salariales actuales ante el contexto tributario vigente.
Una lucha convertida en histórica
Lo cierto es que el conflicto salarial pesquero en Chubut ya superó los 100 días, y la postura firme de los trabajadores marca un precedente histórico en la provincia. Los marineros mantienen con firmeza la decisión de resistir y sostienen que cualquier acuerdo de reducción salarial afectaría gravemente sus condiciones laborales, incluso en términos previsionales.
Desde el movimiento "No a la Baja", indican que su experiencia demuestra que una vez implementados estos ajustes, difícilmente se vuelven atrás. "Lo vimos en 2002 y 2012, y no vamos a permitir que se repita", expresaron trabajadores del sector.
Mientras tanto, los puertos chubutenses continúan semiparalizados, a la espera de que finalmente se logre alcanzar una solución definitiva que ponga fin a una lucha laboral que ya forma parte de la historia reciente de la provincia.