La Iglesia Católica volvió a marcar posición frente al creciente clima de violencia verbal que atraviesa el escenario político y social argentino. En un mensaje con motivo de la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el arzobispo de San Juan y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Jorge Lozano, criticó con firmeza la agresividad en los discursos públicos, con especial énfasis en su expansión dentro de las redes sociales.
“No podemos utilizar las palabras como si fueran armas para agredir a otro”, expresó Lozano, en una declaración que se leyó como una respuesta directa al tono confrontativo que mantiene el gobierno nacional, particularmente con medios de comunicación y periodistas. El mensaje, sin nombrar actores específicos, se interpreta como un nuevo gesto de distanciamiento de la Iglesia con el estilo político del presidente Javier Milei.
El arzobispo citó en su intervención el último mensaje del papa Francisco para esta jornada mundial, al recordar que “la agresividad que habita en los discursos públicos, en los debates políticos y especialmente en las redes, genera heridas profundas en el tejido social”. Desde el Episcopado insisten en que la comunicación debe tender puentes, no cavar trincheras.
Críticas a la lógica del enemigo
En su alocución, Lozano alertó sobre la normalización de un lenguaje que no solo polariza, sino que fractura la convivencia democrática. “Purificar la comunicación de la violencia verbal y del desprecio sutil es hoy una obra urgente para los cristianos. Significa renunciar al paradigma amigo-enemigo que divide el mundo en buenos y malos, en los que están de mi lado y los que deben ser cancelados”, advirtió.
El arzobispo remarcó que “la lógica de la fe nos invita a tender puentes” y llamó a fomentar una comunicación que no se limite al dato, el escándalo o el conflicto. En cambio, sostuvo que hay que aprender a “narrar también las semillas de bien que crecen en medio de la oscuridad”.
El mensaje eclesiástico coincidió con recientes manifestaciones de preocupación por parte de distintos sectores pastorales frente al estilo del gobierno. La Pastoral Social había solicitado días atrás el cese de la represión en movilizaciones de jubilados y personas con discapacidad, mientras que la comisión ejecutiva del Episcopado —presidida por el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo— cuestionó los recortes presupuestarios que afectan a los sectores más vulnerables.
El tedeum y una advertencia más directa
Las palabras de Lozano se suman al encendido discurso pronunciado por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, durante el tedeum por el 25 de Mayo. Allí, alertó sobre “el terrorismo en las redes” y pidió que el país salga “del barro de la violencia y el odio”.
“Hemos pasado todos los límites. La descalificación, la agresión constante, el destrato, la difamación, parecen moneda corriente”, dijo García Cuerva en una homilía que tuvo fuerte eco mediático y político. El arzobispo vinculó este fenómeno con el aumento de la abstención electoral en la Ciudad de Buenos Aires y con el desinterés creciente de la sociedad frente a la dirigencia.
El lenguaje como arma o como herramienta de paz
Durante su mensaje, monseñor Lozano también apeló a referencias históricas del pensamiento católico. Retomó palabras del papa León XIV al señalar que el lenguaje no es neutro: “Puede construir o destruir, acariciar o herir”. Añadió que “la mansedumbre no es debilidad, sino fortaleza contenida”, y exhortó a que la comunicación se ejerza “con firmeza sin aplastar, transmitir sin herir, defender la verdad sin ridiculizar”.
El arzobispo subrayó que “la paz social no se construye solo desde la política o la economía, también desde la comunicación. Las palabras pueden ser piedras, pero también pueden ser semillas, alimentar el odio o abrir caminos de diálogo”.
Frente al uso del lenguaje como herramienta de violencia, Lozano propuso desarmarlo y devolverle su función original: el encuentro. “Estamos llamados a hacer de ella un instrumento de encuentro, consuelo y reconciliación”, expresó.
Carrara pidió apoyar a periodistas perseguidos
También se pronunció el arzobispo de La Plata y presidente de Cáritas Argentina, monseñor Gustavo Carrara, quien agradeció la tarea de los periodistas y remarcó su papel central en la defensa del bien común. “Necesitamos redoblar la opción de ser comunicadores de esperanza y de ser instrumentos de paz”, dijo durante una misa en la catedral platense.
Carrara evocó también recientes palabras del papa Francisco, quien pidió rechazar “la guerra de las palabras y de las imágenes” y denunció los ataques contra comunicadores en diferentes partes del mundo. “El Santo Padre pidió por los periodistas perseguidos, golpeados y privados de la libertad. Destacó la valentía de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados”, sostuvo.
La postura de la Iglesia en esta jornada de las comunicaciones refleja una preocupación cada vez más explícita por el deterioro del clima social y político. Y si bien el mensaje fue formulado desde una óptica pastoral, no pasó desapercibido que se produce en un contexto de tensión creciente entre el Ejecutivo y los medios, así como también con varios sectores eclesiásticos.
F: gs (ep, vaticano)