Brasil: El gobierno busca defender sus exportaciones tras el anuncio de medidas unilaterales de Estados Unidos. Se prioriza la negociación diplomática antes de avanzar con restricciones recíprocas.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó este lunes el decreto que reglamenta la Ley de la Reciprocidad, norma ya sancionada por el Congreso brasileño, y que habilita formalmente al Ejecutivo a responder proporcionalmente frente al incremento de los aranceles estadounidenses. El movimiento de la Casa Blanca, promovido por Donald Trump, prevé elevar en un 50% las tarifas de importación para productos brasileños a partir del 1 de agosto, argumentando un “elevado superávit” de Brasil y razones vinculadas al proceso judicial del ex presidente Jair Bolsonaro.
La reglamentación detalla que toda represalia brasileña será proporcional y solo se aplicará después de agotadas las gestiones diplomáticas. El Ministerio de Relaciones Exteriores coordinará las consultas junto a sectores productivos, priorizando soluciones negociadas en defensa del interés económico nacional. Si la vía diplomática fracasa, el Ejecutivo podrá responder con restricciones comerciales, suspensión de beneficios o imposición de aranceles simétricos sobre bienes estadounidenses.
El ministro Rui Costa aseguró que la Ley de la Reciprocidad brinda amparo legal para proteger a los exportadores brasileños cuando socios comerciales adoptan medidas unilaterales injustificadas, y confirmó la convocatoria a representantes de los principales sectores afectados para analizar el impacto real de la decisión estadounidense y definir prioridades.
Estados Unidos representa, junto a China y Mercosur, uno de los mercados clave para la economía de Brasil. En 2023, las exportaciones brasileñas a EE.UU. alcanzaron los 40.300 millones de dólares, equivalentes al 12% del total exportado por el país, mientras que las importaciones desde Estados Unidos fueron de 40.500 millones de dólares. Los sectores más involucrados son el petróleo crudo, productos industriales, aeronaves, café y carne bovina.
Desde el Palacio del Planalto, se argumentó que la persistencia de saldos favorables para EE.UU. en el comercio bilateral desmiente la supuesta “desventaja” que alega Trump, y se sostiene además que el trasfondo del conflicto es principalmente político, con referencias directas al caso judicial de Bolsonaro.
El gobierno reafirmó que se mantiene abierto al diálogo, aunque avanzará con la instrumentación de la nueva ley si Washington no revisa la medida en las próximas semanas. El objetivo oficial apunta a evitar una escalada comercial que complique aún más el escenario de los productores y exportadores brasileños, mientras la discusión sectorial se intensificará en los próximos días, bajo coordinación de la Cancillería y del vicepresidente Geraldo Alckmin, responsable del área de Industria y Comercio.
F: gs (dw, infobae, diariolibre, telesur, bbc, mipuntodevista, amcham brasil, oec, elnacional)