La Organización Mundial de la Salud (OMS) encendió las alertas este mes tras detectar un incremento sostenido de casos de Covid-19 vinculados a una nueva variante del virus SARS-CoV-2. Denominada NB.1.8.1, esta mutación representa un crecimiento en la circulación global, aunque por ahora el organismo la considera de riesgo bajo para la salud pública.
Así lo expresó el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus (TAG-VE), que publicó su evaluación el pasado 23 de mayo. Según el documento, las vacunas actuales contra la Covid-19 mantienen su eficacia frente a NB.1.8.1, tanto en cuadros leves como en casos graves.
La aparición de esta variante se produjo a fines de enero de este año y desde entonces su prevalencia fue creciendo de forma moderada pero constante en varias regiones. A nivel global, ya se detectaron 518 secuencias genómicas correspondientes a NB.1.8.1, repartidas en al menos 22 países. Estos casos representan el 10,7% de las muestras analizadas durante la semana del 21 al 27 de abril, una suba relevante si se considera que cuatro semanas antes, la proporción era de apenas el 2,5%.
Aumento regional y foco en Asia-Pacífico
El reporte de la OMS detalla que la mayor expansión de NB.1.8.1 se produjo en la Región del Pacífico Occidental, donde la variante pasó del 8,9 al 11,7% en solo tres semanas. En la Región de las Américas, la suba fue del 1,6 al 4,9%, mientras que en Europa escaló del 1 al 6%. Por el momento, no se registraron secuencias en África ni en el Mediterráneo Oriental.
En el Sudeste Asiático, la circulación es mínima, con solo cinco casos identificados hasta el 18 de mayo.
Pese al aumento, la OMS destaca que la variante más dominante a nivel global sigue siendo LP.8.1, con un 39% de los casos analizados, aunque en descenso. NB.1.8.1, en cambio, muestra una tendencia ascendente, lo que motivó su inclusión en la lista de variantes bajo vigilancia.
¿Qué se sabe de NB.1.8.1?
Esta nueva mutación es derivada de la variante recombinante XDV.1.5.1, y la primera muestra se recolectó el 22 de enero de 2025. Si bien su expansión es más rápida que otras variantes recientes, la OMS indicó que presenta una evasión inmunológica mínima frente a LP.8.1, lo que significa que no hay pruebas de que pueda evadir de forma más eficaz las defensas generadas por las vacunas.
Hasta ahora, no se reportaron señales de que cause cuadros clínicos más severos. Algunos países del Pacífico Occidental registraron un aumento en hospitalizaciones, aunque no hay evidencia de mayor letalidad asociada.
Recomendaciones y vigilancia
Frente a esta evolución, la OMS reiteró una serie de recomendaciones a los Estados miembros para profundizar el monitoreo de NB.1.8.1. Entre ellas, se sugirió realizar ensayos de neutralización utilizando sueros de pacientes y de modelos animales, además de implementar evaluaciones comparativas sobre cambios en la gravedad clínica.
Asimismo, la organización recordó que continúa revisando periódicamente la efectividad de las vacunas actuales en función de la evolución del virus. Esta tarea se lleva a cabo en conjunto con su Grupo Técnico Asesor sobre la Composición de Vacunas, con el objetivo de detectar a tiempo posibles impactos en la respuesta inmunológica.
Riesgo bajo, pero vigilancia alta
La OMS concluyó que, aunque NB.1.8.1 muestra un crecimiento relevante en su circulación global, el riesgo general sigue siendo bajo, en base a la información disponible hasta el momento. De todos modos, la vigilancia se mantiene activa, y el organismo anticipó que actualizará su evaluación a medida que se sumen datos de nuevos países.
La advertencia llega en un momento de relativa calma epidemiológica, pero recuerda que la pandemia no terminó y que la aparición de nuevas variantes sigue siendo un factor de riesgo, especialmente en regiones con baja cobertura de vacunación o limitada infraestructura de salud pública.
F: gs (europa press, oms)