El papa Francisco, líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo, continúa recuperándose en el hospital Gemelli de Roma, donde fue ingresado el 14 de febrero por complicaciones respiratorias. Según el último informe de la oficina de prensa del Vaticano, el pontífice muestra una mejora progresiva y ya puede pasar breves momentos sin necesidad de oxígeno adicional, especialmente al moverse.
El papa, de 86 años, fue hospitalizado inicialmente por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral. Aunque su estado es estable, los médicos reducieron gradualmente el uso de oxígeno, tanto de día como de noche, lo que indica una recuperación constante de su función pulmonar. Durante el día,se disminuyó la intensidad del oxígeno suministrado mediante una cánula nasal de alto flujo, y por la noche también se redujo el uso de la mascarilla de oxígeno para estimular la actividad de sus pulmones.
El 10 de marzo, el pronóstico del papa dejó de ser considerado reservado, aunque los médicos aún no dieron una fecha para su alta hospitalaria. La Santa Sede enfatizo que su recuperación será gradual y que seguirá bajo supervisión médica. Durante su estancia, el pontífice mantuvo una rutina que incluyo terapia respiratoria y motora, periodos de descanso, oración y trabajo desde su habitación.
Esta hospitalización, la más larga en sus 12 años como papa, ha generado preocupación entre los fieles y la curia vaticana sobre su capacidad para continuar al frente de la Iglesia. A diferencia de su predecesor, Benedicto XVI, quien renunció en 2013, Francisco descarto en varias ocasiones dejar el cargo. Sin embargo, su salud acrecento las especulaciones sobre su futuro liderazgo.
El último boletín médico, emitido el sábado por la noche, confirmó que su estado sigue estable, pero aún requiere tratamiento hospitalario a pesar de su mejora paulatina. Este lunes, el primer papa latinoamericano continuó con sus terapias respiratorias y motoras, combinadas con descanso, oración y trabajo. “La situación permanece sin cambios”, señaló la oficina de prensa.
Mientras tanto, la comunidad católica mundial sigue atenta a las actualizaciones sobre su salud, esperando noticias positivas sobre el líder que ha impulsado una era de transformación y apertura en la Iglesia.