Teherán: Araghchi afirma que Irán no teme volver a la mesa de diálogo, pero reclama señales claras tras los ataques militares recientes.
El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, aseguró que Irán no rehúye el diálogo con Estados Unidos, aunque denunció que la diplomacia fue traicionada cuando Washington optó por la vía militar en medio de negociaciones nucleares. “No tenemos miedo ni evitamos negociar si se protegen los intereses y beneficios de nuestro pueblo”, afirmó el funcionario, al tiempo que remarcó la necesidad de garantías razonables para evitar que la presión militar vuelva a ser utilizada como herramienta en caso de desacuerdo.
Araghchi subrayó que ha recibido múltiples mensajes de interés por parte de EE.UU. para reanudar las conversaciones, pero advirtió que cualquier acercamiento debe estar precedido por señales claras de que no se repetirá el mismo comportamiento. “Sabemos que en las relaciones internacionales no existen garantías absolutas, pero es legítimo exigir señales claras de que no se repetirá el mismo comportamiento. Algunas de esas señales ya se han expresado y las estamos evaluando”, explicó.
El diplomático iraní fue enfático al señalar que no existe prisa por iniciar negociaciones precipitadas. “Estamos estudiando todos los aspectos: el momento, el lugar, el formato y las garantías necesarias. No tenemos ninguna prisa en entrar en negociaciones mal calculadas, pero tampoco dejaremos pasar ninguna oportunidad que beneficie a la nación iraní”, sostuvo.
Las declaraciones de Araghchi llegan tras la reciente guerra de 12 días entre Irán e Israel, iniciada el 13 de junio, que incluyó bombardeos estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes de Fordó, Natanz e Isfahán. El conflicto concluyó el 24 de junio con un alto el fuego anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump, luego de intensos ataques y represalias entre ambos países.
El contexto de estas tensiones incluye cinco rondas previas de negociaciones nucleares entre Irán y EE.UU. desde abril, en las que no se logró un consenso. Washington exigía el desmantelamiento total del programa nuclear iraní, mientras que Teherán defendía su derecho al enriquecimiento de uranio con fines pacíficos. La sexta reunión prevista fue interrumpida por el estallido del conflicto militar, lo que profundizó la desconfianza entre las partes.
Actualmente, Irán condiciona cualquier reanudación de las conversaciones a la obtención de garantías firmes de que no habrá nuevos ataques ni presiones militares en caso de desacuerdo. El gobierno iraní insiste en que cualquier inspección internacional debe respetar sus intereses de seguridad y la integridad de sus instalaciones nucleares. El futuro de las negociaciones dependerá de la disposición de Washington a ofrecer esas garantías y de la evaluación que haga Teherán sobre las señales enviadas en los próximos días.
F: gs (ap, reu, afp, le monde, cnn)