El mercado global de granos está atravesado por múltiples factores como la oferta, la demanda, tensiones geopolíticas y conflictos armados. Actualmente, los precios muestran comportamientos dispares: soja con tendencia bajista, maíz con mercado sostenido y trigo en suba, reflejando la influencia desigual de estas variables.
El comercio mundial de trigo está liderado por siete países que exportan en conjunto 179 millones de toneladas, lo que representa el 81% del comercio global. Entre ellos, Rusia y Ucrania son actores clave, con una participación combinada del 36% de las exportaciones totales, equivalente a 64 millones de toneladas. Los ataques en puertos estratégicos como Odessa han generado interrupciones en el suministro, causando un aumento en los precios del trigo en la Bolsa de Chicago. Otros grandes exportadores como Europa, Canadá, Australia, Estados Unidos y Argentina no han podido cubrir el déficit generado por este conflicto.
Australia y Argentina, los principales exportadores del Hemisferio Sur, contribuyen con 36.5 millones de toneladas, equivalentes al 20% del comercio mundial. Sin embargo, esta oferta adicional no basta para compensar los efectos del conflicto en la región del Mar Negro.
El maíz, aunque menos afectado que el trigo, también enfrenta desafíos debido al rol de Ucrania como cuarto mayor exportador global, con 23 millones de toneladas anuales. Este país es parte de una cadena global liderada por Estados Unidos, Brasil y Argentina, que juntos dominan el mercado con un total de 143 millones de toneladas.
La situación podría cambiar si se concreta una propuesta de cese al fuego por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. De lograrse un acuerdo diplomático entre Rusia y Ucrania, los precios del maíz y el trigo podrían experimentar bajas significativas en las próximas semanas.
A esta compleja situación se suman otros elementos que impactan en los mercados: