Mario Cairella oficializó su renuncia a la vicepresidencia de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) en la última reunión de directorio, realizada el pasado viernes. Aunque ya no tendrá poder de decisión, seguirá vinculado a la firma como asesor del directorio durante los próximos dos meses, período en el que buscará cerrar expedientes judiciales y reclamos de cooperativas eléctricas.
La salida del funcionario se dio en medio de un contexto de tensión interna en el área energética, con roces evidentes entre Cairella y la secretaria de Energía, María Tettamanti, además del viceministro coordinador de Energía y Minería, Daniel González. Su alejamiento, largamente esperado en el Ministerio de Economía, permitirá al oficialismo consolidar posiciones para avanzar con la reforma del sistema eléctrico nacional.
Aunque se preveía que Cairella abandonara su cargo el 21 de marzo —cuando se convocó un encuentro de directorio exclusivamente para tratar ese punto— el economista sorprendió al anunciar que pretendía extender su estadía hasta el 1 de junio. Según consta en el acta de esa jornada, “Mario Cairella se limitó a leer un mensaje donde informó que renuncia a la VP de Cammesa a partir del 01/06/25”.
La jugada generó malestar en el Ministerio de Economía, y en particular entre los funcionarios más cercanos a la Casa Rosada. Como consecuencia, una semana más tarde, el funcionario terminó dando un paso al costado. Sin embargo, logró mantener un contrato de asesoramiento por dos meses, justificando que quedaban tareas pendientes, especialmente relacionadas con causas judiciales por deudas millonarias de cooperativas eléctricas con Cammesa.
Desde su entorno señalaron que la Oficina del Presidente le habría solicitado que se haga cargo de un proyecto energético específico en una provincia, aunque no trascendieron mayores detalles.
Con la salida de Cairella, el Gobierno no nombrará un nuevo vicepresidente en Cammesa. La conducción efectiva quedará a cargo del gerente general, Eduardo Hollidge, quien operará en conjunto con el subsecretario de Energía, Damián Sanfilippo.
El reemplazo de Cairella forma parte de un movimiento más amplio que busca destrabar la reforma del sistema eléctrico, impulsada por la administración de Javier Milei. En este sentido, el viceministro Daniel González —una de las voces técnicas con mayor injerencia en el diseño del nuevo modelo energético— dejó claro durante su exposición en el foro Vaca Muerta Insights que el objetivo es avanzar hacia una “normalización del mercado”.
“Queremos que se vuelva a contratar, que la generación pueda comprar su combustible, que pueda negociar directamente con la distribución”, afirmó González. Sin embargo, reconoció que el camino no será sencillo: “Es una maraña de regulaciones, decretos y resoluciones. Y además, negociar con el sector privado no es fácil”.
González explicó que, tras lanzar una primera propuesta escrita, el Gobierno recibió múltiples respuestas del sector privado que llevaron a mejorar la iniciativa. Sin embargo, advirtió que “cuando cada actor hizo los números, se bajaron. Dijeron ‘con la mía no’”. En ese marco, reconoció que ahora toca “bajar más a tierra la propuesta, respetando los contratos y la ley”.
La postura de Cairella respecto a la reforma siempre generó ruido puertas adentro. Incluso, a fines de enero, expresó sus desacuerdos en el grupo de Whatsapp “Contactos Petroleros”, que reúne a referentes del sector energético. En ese espacio, calificó el borrador oficial titulado “Lineamientos para la normalización del MEM y su adaptación progresiva” como una “reverenda BURRADA inconsulta así como está” y lo definió como “solo un headline sin un plan detrás”.
Esas declaraciones, que circularon entre funcionarios y empresarios, terminaron de tensar la relación con el equipo liderado por Tettamanti. Desde el Gobierno consideraron que el nivel de compromiso del entonces vicepresidente era incompatible con la hoja de ruta trazada para desregular el mercado energético.
Cairella había llegado a Cammesa con el respaldo del asesor presidencial Santiago Caputo y del diputado liberal José Luis Espert, lo que lo colocó desde un inicio como una figura con autonomía propia. Sin embargo, su permanencia generaba cortocircuitos cada vez más insostenibles dentro del Gabinete energético.
Con su renuncia finalmente oficializada, el Ejecutivo espera consolidar su equipo y avanzar sin mayores fricciones internas en una de las reformas estructurales más ambiciosas del actual gobierno.