CARACAS: Regresaron al país 252 migrantes venezolanos que habían sido detenidos en El Salvador tras ser deportados desde EE.UU. bajo acusaciones sin fundamento vinculadas al Tren de Aragua.
La operación, concretada en dos vuelos que aterrizaron en el aeropuerto internacional de Maiquetía, se realizó como parte de un intercambio con Washington y bajo un fuerte operativo oficial. El arribo fue transmitido por medios estatales venezolanos y contó con la presencia de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el ministro Diosdado Cabello, y otros altos funcionarios. Cabello denunció que algunos jóvenes presentaban heridas de perdigón, las que habrían sufrido al ser embarcados en El Salvador, señalando el trato recibido durante el traslado y la salida del penal.
El canje incluyó la liberación de diez ciudadanos estadounidenses y una cantidad no precisada de presos políticos venezolanos que estaban retenidos en Venezuela. El gobierno venezolano agradeció al expresidente estadounidense Donald Trump y reconoció el papel de la Iglesia Católica en la gestión diplomática que destrabó el regreso de los migrantes. “Quiero dar las gracias al presidente Trump por la decisión de rectificar esta situación totalmente irregular”, expresó Nicolás Maduro durante el acto oficial, aludiendo a la negociación como un suceso excepcional y costoso para el país.
Desde marzo, los venezolanos habían estado recluidos en el Cecot, luego de que la administración Trump dispusiera su deportación, invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Aunque fueron acusados de pertenecer al Tren de Aragua, los familiares y organizaciones humanitarias denunciaron que no existían pruebas claras ni antecedentes penales en la mayoría de los casos, y que su detención respondió a procedimientos expeditivos bajo criterios de seguridad nacional.
El presidente salvadoreño Nayib Bukele confirmó la entrega de todos los encarcelados, pero subrayó que varios enfrentaban cargos graves, incluyendo asesinato y robo, contradiciendo la versión de Caracas y de allegados de los detenidos, que aseguran que eran migrantes en tránsito o personas en busca de mejores oportunidades laborales.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reconoció que el acuerdo incluyó no solo la liberación de los estadounidenses, sino también la de presos políticos venezolanos, aunque no fue detallada la cifra exacta. Funcionarios estadounidenses, salvadoreños y venezolanos coincidieron en describir la negociación como un esfuerzo diplomático complejo, destacado por el impacto humanitario de la repatriación.
A su llegada, los repatriados entonaron el himno nacional y agradecieron a las autoridades, mientras responsables del Ejecutivo aseguraron que serían sometidos a revisiones médicas y rápidamente reunidos con sus familias. Maduro definió el operativo como un “rescate” y lo atribuyó a la presión social y al “alto costo” asumido por el gobierno.
Entre febrero y la fecha del operativo, unos 8.300 migrantes venezolanos regresaron al país en vuelos humanitarios, incluyendo a menores que fueron separados de sus padres durante las deportaciones.
F: gs (afp, bbc, el país, prensa latina)