El crecimiento urbano de Tandil se afirma como uno de los más activos de la provincia de Buenos Aires. Con más de 10.000 viviendas construidas en los últimos cinco años y un promedio de dos familias nuevas por día, la ciudad serrana atraviesa un proceso de transformación sostenida, impulsada por su atractivo natural, conectividad, calidad de vida y una planificación ordenada que la posiciona como destino elegido para vivir, invertir o desarrollar proyectos.
A 360 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, Tandil supera los 150.000 habitantes y sigue sumando población, tanto estable como transitoria. Su entorno natural —dominado por sierras, lagunas y espacios verdes— se combina con una estructura urbana funcional que integra barrios, zonas comerciales, universidades y polos productivos. La histórica Piedra Movediza sigue siendo emblema de la identidad tandilense, mientras el perfil económico diversificado sostiene el dinamismo del mercado.
Según Juan Francisco Cardinale, agrimensor y referente local del rubro, “Tandil es una burbuja dentro de la provincia y una de las ciudades medianas que más crece en el país. Se mudan unas dos familias por día para vivir de forma permanente, sobre todo a partir de la pandemia”.
Ese fenómeno demográfico empujó la actividad inmobiliaria y la construcción, convirtiendo a la ciudad en un escenario cada vez más codiciado. La demanda abarca casas, departamentos y loteos, tanto en sectores tradicionales como en desarrollos más alejados con vistas a las sierras.
Deby Cardinale, martillera y abogada de Cardinale Propiedades, apuntó que “la calidad de vida es muy buena, con verde y sierra, lo más buscado a nivel personal. Tandil es el nexo perfecto entre Buenos Aires y la Costa Atlántica”. En cuanto a los barrios con mayor dinamismo, marcó dos tendencias claras: crecimiento en altura dentro de las “cuatro avenidas” (España, Avellaneda, Rivadavia y Santamarina), y casas familiares en zonas con vistas panorámicas a solo minutos del centro.
La ciudad avanzó con políticas de planificación urbana, como un nuevo código de zonificación que priorizó el desarrollo en altura en el microcentro y organizó la expansión periférica. Juan Francisco Cardinale resaltó que “desde 2006, Tandil cuenta con un plan de ordenamiento territorial que lo hace uno de los municipios más organizados de la provincia”. Entre otras exigencias, toda obra debe contar con un relevamiento técnico previo, lo que garantiza construcciones seguras y un crecimiento sostenible.
Quienes llegan lo hacen con proyectos concretos: familias con hijos, profesionales jóvenes, jubilados en búsqueda de tranquilidad, desarrolladores o inversores que buscan renta segura. Nicolás Pastura, de Pastura Desarrolladora, señaló que “Tandil tiene universidades, industria, campo, turismo, un polo gastronómico fuerte y lugares para hacer actividad física. Es una ciudad ideal, donde estás en cualquier parte en diez minutos”.
El municipio también preservó sus sierras y orientó el desarrollo hacia el noroeste, especialmente sobre la Ruta 226, en sectores de relieve más bajo. La zona concentra loteos con demanda sostenida, en un rango de precios que, según Cardinale, va de USD 17.000 hasta USD 200.000, según ubicación y servicios.
El presidente del Centro de Martilleros de Tandil, Enrique Alewaerts, destacó la pluralidad de actividades económicas que sostienen el movimiento del mercado: “A diferencia de otras localidades que dependen del agro, Tandil tiene una economía diversificada”. Las zonas céntricas y semicéntricas concentran la mayor parte de la oferta, pero crece con fuerza la demanda en sectores con mayor contacto con la naturaleza, donde se desarrollan barrios cerrados y loteos abiertos.
Los valores reflejan una recuperación del metro cuadrado, especialmente en el segmento de unidades nuevas. En alquileres, un departamento de dos ambientes parte de los $400.000, y uno de tres ambientes ronda los $600.000 mensuales.
Para la venta, casas usadas en barrios periféricos parten desde los USD 60.000, mientras que en zonas céntricas o solicitadas, los precios comienzan en USD 150.000. En departamentos, la gama media de dos ambientes se ubica entre USD 60.000 y USD 80.000, y en gama alta entre USD 100.000 y USD 130.000. En el caso de tres ambientes, los valores van desde USD 120.000 hasta más de USD 200.000, dependiendo de calidad y ubicación.
Alewaerts también resaltó que el crédito hipotecario, aunque aún limitado, empezó a reactivarse, generando un renovado interés por parte de tandilenses que vuelven a buscar su primera vivienda.
Entre los proyectos más recientes se encuentra un emprendimiento sobre la calle Constitución, entre Alem y Paz, impulsado por Cardinale y Pastura. Ofrece la experiencia de vivir en pleno centro con prestaciones de barrio privado: departamentos con jardín, balcones con parrilla, pileta, gimnasio, coworking y playroom, pensados para quienes valoran tanto el confort como la cercanía a todos los servicios.
Según Deby Cardinale, la clave es ofrecer soluciones a medida: “Hay que escuchar lo que quiere el cliente, cómo le gustaría vivir y cómo puede pagarlo. Nuestro trabajo es transformar esos deseos en hogares funcionales y cómodos”.
El futuro de Tandil se perfila en línea ascendente. Con un mercado inmobiliario robusto, población en aumento, planificación territorial clara y una identidad local que combina historia, naturaleza y oportunidades, la ciudad sigue consolidando su lugar entre los destinos más elegidos de la provincia.
La llegada constante de nuevos residentes, sumada a una infraestructura urbana en expansión y un entorno atractivo, permite pensar en una proyección positiva a mediano y largo plazo, con desarrollos que apuntan tanto a satisfacer la demanda habitacional como a sostener el perfil turístico, productivo y académico que define a Tandil.