El Ministerio de Economía logró un avance significativo en la gestión de la deuda pública al reprogramar vencimientos por $14 billones, correspondientes al período entre mayo y noviembre de 2025. La operación, que obtuvo una aceptación del 64% sobre los títulos elegibles, permitió extender los plazos de pago hasta 2026 y reducir el costo financiero para el fisco.
Con este canje, la Secretaría de Finanzas, liderada por Pablo Quirno, destacó que se logró aumentar la vida promedio del perfil de vencimientos de 0,54 a 1,51 años. Además, se redujo la tasa efectiva mensual de 3,94% a 2,20%, lo que representa una disminución en el costo financiero de las obligaciones asumidas.
“El objetivo central de esta estrategia es extender el perfil de vencimientos a tasas nominales más bajas, lo que constituye un pilar esencial para avanzar en la desinflación sin frenar el crecimiento económico”, señaló Quirno.
El ministro de Economía, Luis Caputo, calificó como “espectacular” la adhesión obtenida en este canje, resaltando el aporte del sector privado, que representó el 55% de las tenencias involucradas. El Tesoro buscaba refinanciar un total de $23 billones en vencimientos, logrando despejar más de la mitad de ellos, lo que se traduce en un importante alivio para el año en curso.
El esquema ofrecido por el Gobierno incluyó cuatro bonos duales, instrumentos que garantizan al inversor el mejor rendimiento entre una tasa fija o el promedio de la Tasa de Referencia de Política Monetaria (TAMAR) al momento del vencimiento. Según analistas del mercado, esta opción representaba una cobertura atractiva ante posibles incrementos en las tasas de interés.
La operación no solo aplaza los compromisos financieros más exigentes, sino que también ayuda a reducir riesgos asociados a un año económicamente complejo, en el que el Gobierno busca avanzar hacia la eliminación de las restricciones cambiarias. “El canje contribuye a despejar pagos del sector público, lo que resulta estratégico en un contexto de ajuste fiscal y monetario”, indicaron desde Max Capital.
Por su parte, especialistas de Portfolio Personal Inversiones señalaron que el momento del año y la magnitud de la operación sugieren un intento por limpiar los vencimientos más inmediatos, especialmente aquellos que recaían sobre el sector público.
El canje incluyó instrumentos calificados como bonos duales, los cuales combinan flexibilidad y seguridad para los inversores. Estos títulos otorgan un rendimiento que se ajusta automáticamente a las condiciones del mercado, ofreciendo protección frente a variaciones significativas de la inflación o de las tasas de interés.
Con esta herramienta, el Gobierno no solo buscó garantizar la participación del sector privado, sino también fortalecer la confianza en el mercado financiero local. Según brokers consultados, la propuesta fue vista como una oportunidad para mantener rendimientos competitivos en un escenario volátil.
A pesar del éxito del canje, la economía argentina enfrenta desafíos estructurales que seguirán presionando sus finanzas. Si bien la extensión de plazos y la reducción del costo financiero representan un avance importante, el contexto macroeconómico y las tensiones cambiarias mantienen un nivel de incertidumbre elevado.
Por otro lado, el Gobierno deberá demostrar que el ajuste fiscal en curso es suficiente para mantener la confianza del mercado y evitar nuevos episodios de estrés financiero. La estrategia de refinanciamiento deberá complementarse con medidas que impulsen la recuperación económica y aseguren la estabilidad a largo plazo.