Washington: Estados Unidos notifica a migrantes con solo horas de antelación antes de deportarlos a naciones donde podrían estar en riesgo.
El gobierno de Estados Unidos, a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), estableció un nuevo protocolo que permite deportar a migrantes hacia terceros países inseguros con apenas 24 horas de aviso, e incluso solo seis horas en casos urgentes. Esta política surge tras un memorando interno firmado por Todd M. Lyons, director interino del organismo, y marca un giro radical respecto de los procedimientos anteriores.
El memorando detalla que los migrantes serán avisados del destino solo con muy poca antelación, incluso si el país de recepción no da garantías de protección frente a torturas o persecución. En circunstancias donde el Departamento de Estado considere que existen garantías mínimas, ni siquiera es obligatorio notificar previamente a la persona deportada.
Esta normativa quedó habilitada por un reciente fallo de la Corte Suprema estadounidense, que suspendió una orden judicial previa del juez Brian Murphy. Esa orden impedía expulsar a migrantes sin notificación previa ni oportunidad de presentar argumentos sobre “temor creíble” en destino. Con el nuevo fallo, la administración Trump retoma la facultad de ejecutar deportaciones sin ese tipo de instancias legales, incluso en el caso de ocho migrantes que permanecían retenidos en una base militar en Yibuti y luego fueron trasladados a Sudán del Sur — aunque dicho destino es considerado de alto riesgo por organismos internacionales.
La Corte Suprema avaló la potestad de deportar a extranjeros a naciones con las cuales no tienen ningún vínculo familiar ni cultural, incluso si existen denuncias de graves crisis humanitarias o violaciones a los derechos humanos en esos países.
La práctica ya se ha implementado en casos polémicos durante el actual gobierno, más de 250 venezolanos fueron deportados y transferidos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador bajo un acuerdo bilateral, generando preocupación de organismos de derechos humanos y del propio sistema judicial salvadoreño.
Otros casos incluyeron vuelos a Costa Rica y Panamá, donde grupos de migrantes de Asia, África y Europa del Este fueron enviados temporalmente, en medio de acuerdos negociados entre gobiernos y críticas de organizaciones internacionales.
Migrantes arrestados en EE.UU. también han sido enviados recientemente a Sudán del Sur, una de las zonas más peligrosas del planeta según advierten agencias globales de ayuda humanitaria.
Diversas organizaciones defensoras de derechos humanos y expertos legales han alertado que los plazos tan cortos de notificación vulneran las garantías mínimas de defensa y acceso a la justicia, ya que la mayoría de las personas afectadas no tiene la posibilidad de iniciar procesos legales en ese tiempo. Esto las expone a peligros como la tortura, persecución e incluso muerte al llegar a países desconocidos y sin redes de contención.
Desde el gobierno, la Secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem justificó la medida como un mecanismo para “remover delincuentes peligrosos y proteger la seguridad nacional”, asegurando que todos los acuerdos han sido negociados con los países receptores a través del Departamento de Estado.
Estados Unidos podrá deportar con apenas seis a 24 horas de aviso a migrantes hacia terceros países, incluso inseguros y sin garantías de protección.
Organismos judiciales y de derechos humanos critican la medida por falta de garantías legales y el alto riesgo para los deportados.
Se han registrado traslados a Sudán del Sur, El Salvador, Costa Rica y Panamá, mientras México también recibe migrantes bajo esta modalidad.
La política ya comenzó a aplicarse y se espera que se vuelva cada vez más frecuente.
Fuentes: F: gs (ap, reuters, washington post, nbcnews, bbc, cbsnews, ndtv, independent, aljazeera)