Un egipcio en situación irregular fue arrestado por el atentado que dejó ocho heridos en una caminata pacífica
Una mujer de 88 años, sobreviviente del Holocausto, se encuentra en estado crítico tras el violento ataque ocurrido el domingo durante una manifestación pacífica en Boulder, Colorado. El hecho, catalogado como un posible “ataque antisemita”, tuvo lugar durante la marcha “Run for Their Lives”, organizada para visibilizar la situación de los rehenes israelíes en Gaza.
El agresor, identificado como Mohamed Sabry Soliman, es un ciudadano egipcio de 45 años que residía en Estados Unidos desde 2022. Según informó la policía local, Soliman lanzó bombas molotov y utilizó un lanzallamas de fabricación casera contra los manifestantes, mientras gritaba “Free Palestina”. La brutal agresión dejó un saldo de ocho heridos, entre ellos cuatro mujeres y cuatro hombres de entre 52 y 88 años.
La sobreviviente del Holocausto, en estado crítico
Aunque la identidad de la mujer de 88 años no fue revelada, el rabino local Israel Wilhelm, director de Jabad en la Universidad de Colorado en Boulder, afirmó en diálogo con CBS Colorado que se trata de una “muy cariñosa y bondadosa mujer”. La víctima llegó a Estados Unidos como refugiada tras sobrevivir al Holocausto, y desde entonces residía en el país.
Wilhelm aseguró que la mujer lucha por su vida en un hospital local, y remarcó que la comunidad está profundamente consternada por lo ocurrido. Hasta el momento, todas las víctimas permanecen hospitalizadas, y si bien sus estados varían, no se registraron fallecimientos.
Un ataque con premeditación
Las autoridades de Boulder detallaron que Soliman fue arrestado en el lugar del hecho y que, en el procedimiento, se le secuestraron al menos 156 bombas molotov adicionales. De acuerdo con CNN, el sospechoso enfrenta cargos por intento de asesinato, uso de dispositivos incendiarios y un delito de odio vinculado a “raza, religión u origen nacional, real o percibido”.
El FBI también se pronunció sobre el incidente. El director de la agencia, Kash Patel, explicó durante una conferencia de prensa que se está evaluando el hecho como un posible acto de terrorismo interno con motivaciones antisemitas. La cantidad de material incendiario hallado en poder de Soliman refuerza la hipótesis de que el ataque había sido cuidadosamente planificado.
Condena y solidaridad oficial
El gobernador de Colorado, Jared Polis, expresó su indignación ante el ataque, que definió como un acto “atroz y dirigido contra la comunidad judía”. A través de su cuenta en la red social X, antes Twitter, Polis escribió: “Mis pensamientos están con las personas que han sido heridas. Boulder es fuerte. Hemos superado tragedias juntos y lo haremos nuevamente como comunidad”.
Las muestras de solidaridad se replicaron en distintas partes del país. Organizaciones judías, representantes políticos y líderes religiosos condenaron el ataque y pidieron justicia. El atentado ha vuelto a poner en el centro del debate el crecimiento de incidentes de odio y los desafíos que enfrenta el sistema migratorio estadounidense.
Un agresor con residencia vencida
Según fuentes oficiales, el permiso de trabajo de Soliman había vencido en marzo de este año. Aunque ingresó legalmente al país en 2022, su estatus migratorio se tornó irregular tras el vencimiento de la documentación. La falta de seguimiento sobre su situación legal despierta críticas sobre los controles migratorios y las herramientas para detectar casos potencialmente peligrosos.
La combinación de una ideología extremista, la tenencia de explosivos y la vulnerabilidad de los manifestantes genera preocupación creciente en los organismos de seguridad. No es el primer ataque de estas características que se registra en suelo estadounidense en los últimos años, pero sí uno de los más alarmantes por el contexto y la carga simbólica de las víctimas.
Contexto de la caminata “Run for Their Lives”
El evento atacado tenía como objetivo visibilizar la situación de los rehenes israelíes secuestrados por Hamas durante el conflicto en Gaza. Con consignas pacíficas, familiares de víctimas y miembros de la comunidad judía marcharon para pedir la liberación de quienes aún permanecen cautivos. La caminata, que se realizó de forma simultánea en distintas ciudades de EE.UU., incluía actividades culturales y oraciones colectivas.
La irrupción violenta de Soliman alteró por completo el desarrollo del acto en Boulder. Testigos aseguraron que el atacante actuó con frialdad, y que los participantes corrieron a resguardarse en cuanto percibieron las llamas y explosiones. El operativo de seguridad se activó rápidamente, logrando la detención inmediata del sospechoso.
Las víctimas, entre el trauma y la recuperación
La policía local informó que las ocho personas heridas continúan bajo cuidados médicos intensivos. Si bien no se difundieron todos los nombres, trascendió que la mayoría de ellas pertenece a la comunidad judía de Boulder. Médicos del hospital donde fueron internadas señalaron que el cuadro de la mujer de 88 años es el más delicado, mientras que otros pacientes presentan quemaduras de diversa gravedad.
La conmoción social en Colorado es evidente. La comunidad exige que se refuercen las medidas de seguridad en eventos comunitarios y que se actúe con firmeza frente a los discursos de odio. El ataque reavivó el debate sobre el antisemitismo en Estados Unidos, una problemática que, según informes recientes, ha crecido en frecuencia e intensidad durante los últimos años.
Meta descripción: Atentado en Colorado deja ocho heridos
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F: gs (cnn, ap)