Quilmes: La diócesis católica emitió una declaración titulada "Disolver el odio" donde advierte sobre el clima de tensión y reclama independencia judicial tras la condena a Cristina Kirchner.
Los departamentos de Pastoral Social, Justicia y Paz y la Vicaría de Solidaridad de la diócesis católica de Quilmes emitieron una declaración donde hacen "un llamado a la reflexión frente al creciente clima de hostigamiento estatal hacia las disidencias sociales y políticas". El documento, titulado "Disolver el odio", está encabezado por los obispos Carlos Tissera y Eduardo Redondo.
La iglesia quilmeña puso como ejemplo "el caso reiterado de la represión a los jubilados y a los dirigentes políticos y sociales" para ilustrar el clima de tensión que atraviesa el país. Los organismos diocesanos expresaron su preocupación por el deterioro del diálogo democrático y el incremento de las medidas represivas contra manifestantes.
En el mismo texto se solicita que "cesen las expresiones de violencia política, que nos traen recuerdos de heridas todavía abiertas en nuestro pueblo argentino y que en muchos casos aún esperan verdad y justicia". La referencia apunta a los episodios de violencia institucional del pasado que marcaron la historia argentina.
Sin aludir de manera directa a la resolución de la Corte Suprema que confirmó la condena a Cristina Fernández de Kirchner, el documento señala que "esperamos del Poder Judicial honestidad e independencia en las acciones necesarias para traer justicia y paz a nuestra Nación Argentina". Los organismos sociales de la iglesia quilmeña agregaron que el sistema judicial no debe estar "subordinado a poderosos grupos empresariales o de corporaciones cuyos intereses están alejados del bien de nuestro pueblo".
La declaración refleja la posición de sectores de la Iglesia Católica que observan con preocupación la polarización política y social que atraviesa el país, especialmente tras los recientes fallos judiciales y las medidas económicas del gobierno nacional.
Los organismos diocesanos denunciaron la concentración de la riqueza y la exclusión de la vida digna para una creciente cantidad de personas. Esta crítica se enmarca en la doctrina social de la Iglesia que promueve la justicia distributiva y la opción preferencial por los pobres.
La diócesis de Quilmes respalda manifestaciones previas de la Conferencia Episcopal Argentina, advirtiendo sobre la gravedad del momento histórico y el descrédito que sufre el sistema democrático. El documento alerta sobre el deterioro de las instituciones republicanas y la necesidad de preservar los valores democráticos.