BRATISLAVA: Tensión en Bruselas – El primer ministro eslovaco, Robert Fico, anunció que desbloquea el paquete de sanciones tras recibir garantías sobre el suministro de gas ruso.
El primer ministro de Eslovaquia confirmó que dejará sin efecto el veto que mantenía sobre el 18° paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, lo que permitió su aprobación tras semanas de negociaciones. Eslovaquia había paralizado el acuerdo durante seis ocasiones, usando la necesidad de unanimidad como herramienta de presión para obtener excepciones sobre la prohibición de comprar gas ruso a partir de 2028.
Tras recibir un compromiso por escrito de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Eslovaquia logró una serie de garantías y salvaguardas. Las mismas estipulan la posibilidad de aplicar una “cláusula de suspensión” de las restricciones en caso de que la “seguridad energética” se vea amenazada o haya un salto abrupto en los precios del gas, y la promesa de fondos europeos para mitigar el impacto en hogares e industrias. Fico aclaró que la pelea por el gas ruso continuará y que Bratislava nunca apoyará un corte total del suministro antes de 2034, año en que vence su contrato con Gazprom, aunque consideró “contraproducente” mantener el bloqueo.
La aprobación desbloquea el paquete sancionatorio más duro aplicado a Rusia hasta la fecha, según autoridades europeas. El paquete se concentra en los sectores energético y financiero rusos, e incluye un tope dinámico al precio del crudo, fijado inicialmente en 47,6 dólares por barril, adaptándose para mantenerse siempre un 15% por debajo del precio medio del mercado. Además, prohíbe operaciones con 22 bancos rusos, bloquea la “flota fantasma” de Moscú —más de 100 petroleros involucrados en eludir sanciones—, limita el acceso de buques rusos a puertos europeos y endurece controles para evitar el reetiquetado de productos petroleros de terceros países como India y Turquía.
Con este paquete, la Unión Europea busca presionar al Kremlin y forzar negociaciones hacia un alto el fuego en Ucrania, en un contexto de escalada militar y nuevas amenazas de aranceles estadounidenses a Moscú si no accede a poner fin al conflicto en los próximos 50 días. Diplomáticos alemanes y polacos jugaron un rol clave para acercar posiciones, y la presión del resto de los socios comunitarios fue determinante para que Eslovaquia modificara su postura.
Desde Bruselas, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, aseguró que “la presión es intensa y permanecerá hasta que Vladimir Putin ponga fin a la guerra”. Mientras, distintas voces dentro de la propia Unión advierten sobre la dificultad de mantener la unidad del bloque frente a la dependencia energética de algunos Estados miembros.
Fuentes: F: gs (euronews, efe, diariosocialista, elpais, prensa-latina, elindependiente, dw, yahoo news)