El presidente lanzó la campaña de La Libertad Avanza en territorio bonaerense con un acto multitudinario, críticas a Kicillof y un mensaje claro: “Kirchnerismo nunca más”.
“Kirchnerismo nunca más”. El lema resonó fuerte este jueves en el lanzamiento de campaña de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, donde Javier Milei encabezó un acto de casi 4.000 personas. La estrategia fue clara: transformar la pelea electoral bonaerense en el nuevo campo de batalla entre el oficialismo nacional y el peronismo en crisis. La puesta en escena incluyó pancartas, pantallas y discursos sincronizados que cerraban con la misma frase.
El armado provincial estuvo a cargo de Sebastián Pareja, quien presentó a los principales candidatos. Muchos son nuevos en política y buscan darse a conocer en apenas tres semanas, hasta las legislativas del 7 de septiembre. El desafío: evitar traspiés y captar a un electorado que muestra señales de ausentismo creciente.
El presidente llegó al escenario entre gritos, banderas y el tema “Panic Show”. Esta vez, la audiencia mostró un perfil más amplio que en años anteriores: familias, adultos y jóvenes mezclados en un fervor militante.
Milei no escatimó en insultos hacia Axel Kicillof, a quien definió como “enano comunista” y “degenerado”. “Hay más mugre, más crimen, más ñoquis, más abandono y más miseria”, afirmó. También sostuvo que el kirchnerismo es “peor que los narcotraficantes” y responsabilizó al gobernador por un supuesto “baño de sangre”, pese a que los homicidios bajaron en 2024 tanto en Buenos Aires como en el resto del país.
Su discurso, cargado de hipérboles, apuntó directamente a movilizar a los votantes. “Es momento de sacarlos a patadas de una vez. Tenemos que ir a votar, como si se tratara de un acto de defensa personal”, dijo, al insistir en que la abstención sólo fortalecería al kirchnerismo.
La elección de Maximiliano Bondarenko, excomisario, como cabeza de lista en la zona obrera del conurbano, marcó la prioridad de instalar la inseguridad como bandera. Ese territorio es considerado hostil para Milei, pero su apuesta es posicionar la seguridad como demanda urgente de los bonaerenses.
El segundo eje central es la inflación. Milei destacó que logró reducirla por debajo del 2% mensual, aunque a costa de un recorte severo en áreas sensibles como obra pública, educación, ciencia y salud. La Casa Rosada interviene en el mercado cambiario para evitar una devaluación que encarezca los productos importados. En el mileísmo admiten que ese indicador será clave para sostener la campaña.
Las listas combinan nombres desconocidos con figuras de peso como Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero. El ex Pro se plegó a Milei antes de la fusión que terminó diluyendo al macrismo en un frente común sin rastro del color amarillo. El mileísmo busca mostrarse como el único polo opositor efectivo al kirchnerismo, mientras que los que resisten esa polarización quedan relegados en las encuestas.
Del otro lado, el peronismo no logra resolver sus fracturas internas. Reunido en la coalición Fuerza Patria, enfrenta dificultades para unificar estrategia. Kicillof recorre la provincia con un mensaje contra “el experimento de ajuste y crueldad” del actual presidente. Paralelamente, La Cámpora desarrolla su propia campaña bajo el mando de Máximo Kirchner, mientras Cristina Kirchner continúa en arresto domiciliario por causas de corrupción.
Esa falta de coordinación expone al kirchnerismo en su bastión histórico, justo cuando Milei busca consolidar su proyecto político a nivel nacional. El escenario bonaerense se convirtió así en el terreno clave de la disputa electoral más dura del país.
F: NA