PEKÍN: La construcción de la mayor hidroeléctrica en el cañón del Yarlung Tsangpo le dará a China el control de caudales que impactan en millones de personas.
China avanza en el cañón del Yarlung Tsangpo, en la meseta tibetana, con la que podría convertirse en la central hidroeléctrica más potente del planeta. El río, que luego se convierte en el Brahmaputra al ingresar en India y continúa hasta Bangladés, provee sustento a uno de los deltas más fértiles y poblados del mundo. Regular su caudal otorga a Beijing una capacidad de presión estratégica sobre sus vecinos.
El proyecto utiliza un desnivel natural superior a 2.000 metros y, según estimaciones, superaría la capacidad de la Presa de las Tres Gargantas. Su influencia no será solo energética: también modifica el vínculo geopolítico entre China, India y Bangladés, además de otros países dependientes de ríos originados en el Tíbet, como el Mekong o el Saluén.
En la meseta tibetana nacen siete ríos clave de Asia que abastecen a cerca de dos mil millones de personas. El control sobre esta región, donde China lleva décadas construyendo carreteras, ferrocarriles, bases militares y asentamientos, refuerza su posición para priorizar regiones aliadas o castigar políticamente a rivales mediante la regulación del agua.
La disputa con India arrastra una historia de enfrentamientos, incluyendo la guerra de 1962 y choques recientes en zonas como Ladakh y Arunachal Pradesh. Además, Nueva Delhi mantiene en su territorio al Dalái Lama, exiliado desde 1959, lo que alimenta roces políticos y culturales. Para Pekín, que considera esta figura una amenaza a su autoridad en el Tíbet, la posibilidad de que su sucesor sea designado fuera de China incrementa el riesgo de un liderazgo espiritual tibetano con amplio respaldo internacional.
El control del agua como herramienta de poder preocupa especialmente a India y Bangladés, que temen repercusiones en la agricultura, el abastecimiento y la seguridad alimentaria. Aunque Beijing sostiene que la represa busca generar energía limpia y controlar inundaciones, el solo hecho de poder modificar los caudales en un momento de tensión es visto como un factor desestabilizador.
En el plano internacional, Estados Unidos considera a India un contrapeso natural de China, pero cambios recientes en la política exterior norteamericana, especialmente durante la administración Trump, han debilitado esta alianza, facilitando la expansión de la influencia china en países del sur de Asia como Nepal, Sri Lanka y Bangladés.
F: gs (afp, efe, ap)